21.7.09

old times

Cuando era pequeña, siempre soñé con ser alguien, alguien diferente, especial, independiente. Y me veo ahora, y pienso que todo aquello no era más que un sueño absurdo, imposible. 
Nunca he sido algo a destacar, tampoco he hecho nada impresionante. 
Nunca fui muy lista, ni alegre, y mucho menos valiente. 
Era torpe, cabezota, vulgar. El sentido del humor era algo imposible de demostrar. 
Si quería algo, raras veces lo conseguía; si lo conseguía, lo perdía o lo rompía.
 No sabía cantar, no sabía bailar. Era especialista en estorbar.
 Era inútil, burda a los ojos de la gente. 
Todo me daba igual, yo me sentía indiferente. 
Me sentía cuerda, aguda, audaz. Capaz de volar, alto, muy alto, sin mirar atrás.
Introversión, cobardía, tontería... así era mi vida, triste y aburrida. 
Pero hay algo que nadie sabía, lo sé, pasaba inadvertida. 
Pero a la hora de hablar, era culta y viva. Era rápida, muy rápida. Si se trataba de soñar, nadie me superaba, y soñaba, soñaba, 
y sigo soñando...

No hay comentarios: