10.1.11

carta a Charlotte

Te escribo esta carta con la esperanza de que me perdones. He estado pensando que fue muy poco caballeroso irme sin más.
No debes estar triste. Sé que lo estás, porque yo lo estoy también.
Y duele. No sabes cuánto duele.
No me preguntes cómo he averiguado dónde vives, porque no te lo diré.
No me preguntes cuál es mi nombre, porque tampoco lo haré.
Tan solo cree firmemente en estas palabras: lo que tenga que ser, será.
Y eso es algo que nadie podrá cambiar.


Charlotte estaba confusa, sentía que algo no encajaba. Con las tripas revueltas y la cabeza a punto de explotar, entró en casa. Se sentó, y empezó a leer la carta otra vez. No, algo no cuadraba. ¿Quién podría haberle facilitado al chico de las facciones perfectas su dirección? Que ella sepa, nadie...
Algo gélido y pavoroso traspasó el corazón de Charlotte. Tenía miedo. Pero a la vez, era feliz. Toda su tristeza se había esfumado. 
Sin embargo nada bueno albergaba esa carta, ''lo que tenga que ser, será''. 
Dejar la situación en manos del destino es algo que a Charlotte no le gustará...



5 comentarios:

Mònica C. Vidal dijo...

Tu blog es realmente precioso.

Alba dijo...

tienes un blog y unos textos impresionantes, el que mas me a gustado a sido: con unos gramos de menos.

un beso guapa, te sigo :)

bixitoluminoso dijo...

coincido con los dos comentarios de arriba y vuelvo a recalcar que:

me encanta!!

V dijo...

Me encanta, la carta es perfecta, quizá irse sin más fue poco caballeroso, pero la nota lo es completamente.

Nosotros somos dueños de nuestro propio destino.

Un abrazo:

V

Mariano de Toledo dijo...

Algunos parten, otros se disuelven como azucar en el agua, pero en fin, lo que queda, trasciende mas allá de la lógica y eso debemos atesosaslo como lo mas preciado del mundo, besos...