27.1.11

nunca quiso ser normal

No vale la pena imitar. Debes destacar, ocupar tu lugar;
tienes que marcar diferencias...


Otra vez esa frase rompiendo en su cabeza. Llevaba media vida recordándola, juraría que le hicieron un lavado cerebral o algo similar.
Nunca supo muy bien porqué, pero sabía que era diferente.
Esa frase la retrataba. Era ella en palabras.
Era distinta, sí, algo parecido a un alma en pena. Un corazón hastío de metas e ilusiones que nunca pudo cumplir. 


Solía tomar el té en la bañera, decía que así sabía mejor.
Nunca le gustó mucho la gente. Tenía amigos, pero se sentía ajena... 
y su extraño parecer no encajaba. Así que acabó los últimos años de su vida sola, 
sin más compañía que su libreta y sus tazas de té. Y se sentía bien.
Aborrecía dormir, una pérdida de tiempo decía. No le quedaba otra que soñar de día.
Ya sabes, la pobrecilla nunca quiso ser normal, ¿y sabéis por qué? por culpa de esa pérfida e incoherente frase. Marcar diferencias, ser diferentes. 
Y claro, ella era de alma débil, de poca voluntad, y esas palabras la asustaron.
¿Quién las dijo? no lo sé, pero a saber, quizá las escuchó en sueños, o quizá nació pensando en ello.
Y no, no pudo cumplir sus deseos, y eso le entristecía. 
Pero ella, ignorante de sí misma, no se dio cuenta de que ya los había conseguido. Llevaba toda una vida lográndolo. 


Jamás imitó a nadie.
Destacó por su rareza inexplicable,
ocupó su lugar de pequeña excepción
y sí, marcó diferencias.
Porque ella misma lo era. 

4 comentarios:

Flaviani. dijo...

Me gustaría que al menos lograse alguno de sus sueños, porque ser diferente es bonito si consigues ser feliz

Mònica C. Vidal dijo...

Creo que tengo muchos puntos en común con ella. :)
(Sonrisa)

Mònica C. Vidal dijo...

En mi rinconcito tienes un pequeño premio. Porque eres una de las casitas blogueras que más me gustan ^^
(regalo sonrisas)

Carlos dijo...

Muy bonito :D
Te sigo
See u in the hollow in time
Besos