8.2.11

un soplo diminuto y minúsculo

Y de repente, todo vuela en mil pedazos.
Tus sueños, tus ideales, tus recuerdos...
y suspiras.
Ya no queda nada que lamentar,
ya no queda nada por lo que luchar:
el tiempo se lo ha llevado todo consigo.
Por no tener el valor de arriesgar,
por no intentarte superar.
Y aquí te has quedado,
triste y solitaria en lo más profundo de tus entrañas;
y lentamente, suspiras.


tan sólo suspiras.

5 comentarios:

Mayra dijo...

es qué se siente al no sentir nada..

fergie dijo...

En definitiva, me super encanto!!
me identifique de alguna forma con tus palabras, que por cierto me parecieron muuuy profundas pero con el toque de la realidad que no se percibe fascilmente!
que sabia se vio tu entrada

besitos Ü

Mònica C. Vidal dijo...

Si tuviera que poner una canción a esta bonita entrada diría:

400 golpes contra la pared
ya han sido bastantes para aprender
a encajar con gracia y caer de pie
a esconderlos cerca y llorar después.

Miss J dijo...

Pero siempre hay algo por lo que luchar, alguna manera de remontar, de volver a intentarlo.

Anónimo dijo...

Escrita emocionante neste blog, postagens como aqui vemos dignificam a quem quer que visitar neste sítio :/
Realiza mais do teu blog, a todos os teus utilizadores.