22.3.11


Un grave error del que todos somos culpables es no pensar en nada más que en el futuro, 
en el aborrecible destino. Y me dan ganas de reírme, ¿por qué lo tememos?
Su único objetivo es hacernos pequeños con su implacable sonrisa,
y hacer que sintamos cada día como un paso inevitable hacia el final. Y resulta patético.
Porque tan sólo uno mismo puede elegir su propio final,
y eso es algo que nunca nadie podrá cambiar.


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4 comentarios:

Gnomish dijo...

Sinceramente, tu texto de hoy me ha calmado mucho. ^^

Carpe diem!

Mònica C. Vidal dijo...

Tienes toda la razón del mundo.

Flaviani. dijo...

El final siempre es el mismo para todas las personas, nadie se ha salvado

fergie dijo...

valla... que interesante punto de vista!
en realidad yo soy de esas personas, pero nuestro tiempo no esta comprado asi que nada decidio...
bien pensar de esa manera..
besitos Ü