¿Sabes qué pasa? nos hemos acostumbrado. Hemos tomado los defectos como rutinarios, vemos el dolor como algo habitual, y el fracasar, por norma.
y por tanto vemos la felicidad como algo inusual... como si se tratase de algo extraño. Algo que no cuadra, y desconfiamos.
y por miedo a perder, no nos entregamos.
Vivimos en nuestra burbuja, desconfiando. Considerando lo bonito como algo contrario.
Sin darnos cuenta de que cada instante es un regalo, y no hacemos más que desperdiciarlo.
9 comentarios:
Vamos a vivir como si cada día fuera el último desde ya.
Te reto a probarlo.
cuanta razón
Coincido con Alma de Mandarina :)
Un beso
Pues yo soy feliz, con mis defectos, mis preocupaciones y mi estrés incluidos. Si no fuera tan quejica, estoy segura de que no sería feliz (:
Tú eres feliz, ¿no?
Pues yo soy feliz, con mis defectos, mis preocupaciones y mi estrés incluidos. Si no fuera tan quejica, estoy segura de que no sería feliz (:
Tú eres feliz, ¿no?
Se desperdicia tanto el tiempo en cosas que realmente no importan..
xxx
La verdad que si, basta de miedo, vergüenza, rencor!
vivamos la vidaaaaaaaaa-
Te sigo!♥
Muy cierto todo lo que decís!
Me gustó mucho tu texto: a veces acostumbrarnos a ciertas cosas no es para nada eficiente.
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