21.11.11

nada ni nadie

Duele sentir que realmente nada es imprescindible.
Nos creamos necesidades triviales, simples dependencias, 
y cuesta darse cuenta de que podemos vivir sin ellas.
Lo que posees no te define, no debería hacerlo.
Y una vez que te apoyas en algo, puedes darte por perdido. 
Porque sabes que aquí gana el que menos tiene.
 Aquí gana el más fuerte.

2 comentarios:

Noelia dijo...

Pero creo que todos necesitamos tener esa esperanza de ser imprescindible para alguien, ya que nos resignamos a simplemente a sobrevivir en este mundo, necesitamos vivirlo y tener a alguien con quien hacerlo...

Carlos dijo...

Es un texto fruto de una gran madurez, te felicito
Un beso